Apuesto a que estás haciendo todo lo

posible para apoyar a tus hijos  con dislexia:

clases de refuerzo, ayuda en casa,

seguimiento escolar, etc.


La dislexia no es solo un desafío: es también una forma distinta de pensar, de crear, de conectar- y el potencial que encierra es enorme.


Vaya caos.

Y en medio de todo esto el ruido.


  • El profesor o profesora que dice que parece desmotivado, que ya no presta atención.
  • El padre o madre que  comparte lo bien que lo hace su hijo o hija.
  • El experto que intenta vender que ha descubierto el método para que mejore en un tiempo récord.
  • Las voces de millones de personas que nos dicen qué deberíamos hacer y qué será del futuro de nuestro hijo o hija.
  • Las academias con promesas de métodos milagrosos para aprender inglés, porque sin inglés —nos repiten— hoy no se encuentra trabajo.
  • Todos con geniales ideas que tú y tu hijo@ intentándolo motivar y que su autoestima no se dañe.



Relax, no iba por ahí.

Volvamos al principio.

Tú estás haciendo lo esencial: acompañas a tu hijo/a en la lectura, en los estudios, le ofreces tu apoyo constante. Eso es necesario y profundamente importante.


Además, puede explorar y potenciar sus fortalezas y habilidades compensatorias —únicas del cerebro disléxico esas capacidades que no solo le ayudan a afrontar los retos, sino que también le permiten construir el futuro que desea.

No te estoy diciendo que abandones el refuerzo escolar ni que ignores el sistema educativo obligatorio. Todo eso forma parte del proceso, y es importante. Tampoco se trata de llenarlo de miles de técnicas, sino de elegir aquellas que realmente funcionan para nosotros.

Lo que quiero decirte es que hoy sabemos que las personas con dislexia necesitamos desarrollar aquellas funciones ejecutivas que más nos cuestan. Y después, ir directamente a potenciar las fortalezas únicas de nuestro cerebro disléxico.

Además, cuando una persona con dislexia reconoce sus fortalezas, se apoya en ellas y potencia aquello que la hace diferente, no solo refuerza su autoestima: también desarrolla habilidades que hoy muchas empresas valoran y buscan o que él/ella puede utilizar.

La dislexia no termina en la lectura. Para avanzar en el sistema educativo, hay muchas otras técnicas que nos pueden ayudar. Es una carrera de fondo, sí—con retos y pausas. Pero vale la pena.

Y en ese camino, puedo acompañarte. 

Soy Ares. Hace 42 años me diagnosticaron dislexia y lateralidad cruzada. En aquel momento se sabía muy poco sobre la dislexia, y mi etapa escolar fue una auténtica carrera de fondo. Pero debo decir que ha valido la pena.

Junto a mis padres, conseguimos que mi vida tomara el rumbo que yo deseaba. Lo hicimos, apoyándonos en las mismas fortalezas  que hoy se reconocen como distintivas de los cerebros disléxicos—fortalezas que compensan las dificultades y que cada vez más empresas valoran y buscan activamente.

Gracias a ello, conseguí:

- Más de 15 años trabajando en Recursos Humanos, en España, Londres y China.

- Graduada en Derecho y Diplomada en Relaciones Laborales por la Universidad Pompeu Fabra.

- Profesora de Secundaria de Formación y Orientación Laboral por la Universidad de Valencia.

- Nivel C2 de Catalán (sí, sí C2) y C1 Advanced English Certificate de Cambridge (sí, sí de Inglés).

- Máster en Inteligencia Emocional y Coaching Laboral. 


Y no me refiero solo a compartir datos e información. 

 Me refiero ayudaros con varios programas que os permitan:

      Programa para niños/as a partir de 8 años

      Para que descubran sus talentos, recuperen la confianza y aprendan a estudiar desde lo que sí funciona.

      Próxima edición diciembre 2025

      Programa para adultos con dislexia

      Para comprendernos, saber las nuevas tendencias de la dislexia y reconectar con el potencial. 

      Próxima edición diciembre 2025

      Clases particulares alumnos secundaria 

      Pack de 6 sesiones: “Estudiar con dislexia”. 

      Plazas limitadas.

        Una vez más, la visión de la dislexia está cambiando—y mucho.

        Empresas como Ernst & Young ya reconocen el valor del talento disléxico. Sin embargo, el sistema educativo aún no prepara a estas personas para desplegar todo su potencial. Enseñar a leer es esencial, sí, pero no suficiente. Hay fortalezas que compensan lo que más cuesta—y que todavía no se trabajan en las escuelas.

        Ahí es donde puedo ayudarte a marcar la diferencia.

        No puedo quitarte la preocupación ni la frustración que a veces provocan los resultados escolares.

        Pero sí puedo ayudarte—tanto a ti como a tu hijo/a—a que el camino sea más claro. Con calma. Con seguridad. Con foco.

        Foco en lo que realmente importa: lo clave. Y luego, jugar. Porque la dislexia trae una manera única de procesar el mundo. Una forma distinta de pensar, de crear, de conectar.

        Muchas personas* han descubierto caminos emocionantes y diferentes desde ahí. Y sí, quizás desde allí… tú hijo/a disfruta y encuentra nuevos caminos. 

        * Personas que han reconocido su dislexia y cómo esta les ayudó a alcanzar sus metas:  Steven Spielberg, Keira Knightley, Richard Branson, Agatha Christie, Dolores Redondo, Cher, Pau Donés....